26.10.09

Otra noche tan bonita como tú :)



Hay momentos que no esperas, y eso es lo que me ocurrió el fin de semana previo al 27/10/09, mi cumpleaños.

Fue un fin de semana interesante. El viernes terminé mi papel en el rodaje de un corto y, esa noche, fue una fantástica noche con Mara (Cine, charla, piso y turcos).

El Sábado empezó turbulento con un mareo que no me esperaba, pero se arregló pronto cuando mi tío Amado amaneció en mi portal deseando charlar conmigo y hacerme fotos. Nunca dejaré de sorprenderme con este gran hombre, siempre tan curioso y positivo, siempre tan bueno... desearía llegar a conocerle un poquito más algún día...

La tarde transcurrió con Emilio y Raul en mi chalet arreglando (o mejor dicho, reciclando) la jaula de los animales. Todos teníamos plan para esa noche: Carlos con sus amigas, Raul con sus gestiones y Emilio y yo tendríamos una noche de pareja en algún bar de Alzira... Eso si, a la mañana siguiente celebraríamos mi 21 cumpleaños todos los amigos con una de esas paellas de Reyes que tanto me gustan :D

El plan les estaba saliendo muy bien...


Emilio vino a mi casa a las nueve y pocos minutos de esa noche, esperamos a que sus padres llegasen a la suya después de ir de compras para que le pudieran dar algo de dinero...

Después de casi una hora, cuando estábamos en el banco, a punto de salir hacia Alzira llamó su madre a su teléfono: como siempre, las llaves de su abuela se las había quedado Emilio. ¿Dónde? Se las había dejado esa tarde en el chalet, dentro de la casa.


Bueno, la noche era hermosa, así que no me mosqueó (como si que ha pasado otras veces) el ir hambriento hasta el huerto para luego volver a la pobla y salir hacia Alzira... Así que llegamos tranquilamente, hambrientos y con unas ganas tremendas de salir hacia el bar ya.

Oscuridad total. Nosotros en el porche charlando mientras me peleaba con el llavero. Encontré la llave, abrí la puerta y de repente me sorprendo con un ¡SORPRESA! (y el sonido de una "traca" a mi derecha)...

Allí estaban muchos mis amigos (Carlos, Raul, Alex, Mila, Aina, Reyes, Yvan*, Vane, Noelia, Aran). Sonaba un "Mirando al mar" mientras todos reían y gritaban hacia mi...


No hace falta que exprese lo que significó esa noche para mi. Una noche de conspiraciones colectivas que ni tan siquiera sospeché. Fue algo indescriptible e irrepetible... solo decir, de corazón, ¡Gracias!


Lo que más me sorprendió después, es la buena interpretación de todos y el plan trazado: entendí porque Reyes quería que comprase la paella y toda la bebida esa misma tarde y se la diese de inmediato; entendí porqué Borja, cuando me lo encontré por la calle, me comentó algo de "esta noche no puedo ir" y yo le traté de loco...; Me sorprendió que Yvan, que nunca había venido a la Pobla y que había charlado con él por teléfono horas antes para quedar mañana, estaba allí mezclado entre la multitud esa noche... Carlos, que no había quedado con nadie... en fin... solo faltó que Adri estuviese allí ;)

2.10.09

Siento...


Odio a la gente que, cada vez que abre la boca, juzga. Y odio cuando lo hacen conmigo.


Odio cuando no me entienden. No entienden lo que digo o solo no les gusta y se ríen.

Odio cuando, en algún momento, se creen más y mejores.


Odio cuando me miran por encima del hombro, tal vez sin darse cuenta, pero lo hacen.

Odio las caras de desprecio. Desprecio hacia mí, mis decisiones, mis acciones, mis intereses, mis amigos o mi familia.


A los que se burlan, a esos no lo soporto…

No soy un ejemplo a seguir, eso es lo que creo. Pero quiero que me quieran como yo quiero a los que quiero. Y no lo digo por decir. Lo digo y lo siento.


Tengo a gente lejos de mí, con las que ni siquiera hablo nunca o casi nunca. Pero no saben cuanto las necesito, de verdad. Amigos de los de siempre, de los que no se interesan por ti cuando piden, sino de los que viven su vida pero te abren sus puertas siempre que lo necesitas.


Tengo a gente cerca de mí, o eso creo, a los que quiero y aprecio aunque no lo sepan.

A mi familia. A mis cuatro grandes pilares soldados en uno. Mis cuatro ángeles. ¿Qué seria yo sin vosotras?


Tengo a mi chico. Y creedme cuando os digo que todavía me sorprendo cuando me doy cuenta que él me quiere o yo le quiero. ¡Es algo tan extraño!